Con éxito de público se estrenaba en el Coliseo la zarzuela "Jugar con fuego" de Barbieri.

Esto acontecía en la Almuñécar  del NOVECENTO

Un dúo de canto…rodado.

Era ya verano y se iniciaba en Almuñécar la temporada de teatro, con la representación  de la sublime obra de Barbieri,  la zarzuela “Jugar con Fuego”. Con un reparto extraordinario: Una soprano (La Duquesa), bajo (El Padre de la Duquesa),barítono ( El Marques de Caravaca), tenor (Felix) y como tenor cómico (Antonio). Aunque era un reparto al uso, sin embargo encerraba una gran complicación tanto en la partitura musical como en los concertantes. Y justo en el día del estreno sucedió lo que se temía. Al llegar al concertante del final del segundo acto, que ofrecía ciertas dificultades …los cantantes se pusieron nerviosos, mudos y vacilantes y la orquesta quedó en tono discordante. Murmullos en el "patio de butacas", pitos en el "gallinero"…El éxito se trocaba en fracaso, pero con un golpe de autoridad y batuta en mano, el maestro consigue continuar la obra y ganarse al público no sin dificultades.

En el segundo acto, se vivieron momentos de tensión y confusión. El público increpó a los actores, hubo pitos y lanzamientos.

Hasta aquí podríamos decir que lo ocurrido solo eran gajes del oficio, pero al día siguiente… en la “pescaría” , en la puerta del Convento, encontrose el tenor con el “Señó Juan el valenciá”, un virtuoso de las moragas y espetos  y mientras le reconocía su oficio, uno de los coristas de la compañía de zarzuela, dirigiose vociferando al tenor de la misma, trabando con él cuestión, por un tema al parecer de "traidora entrepierna", que pronto adquirió el carácter de verdadera lucha a brazo partido.

El corista y el tenor, disputándose la....batuta, ante el asombro de la concurrencia.

Usando sus mejores artes, trataron de mediar  en el asunto “Paco el Loro” y el “Vapor”, pero sus esfuerzos fueron inútiles y el agraviado corista cogiendo un enorme canto rodado, de los que aquí son tan abundantes, y disparandolo sobre el tenor, púsole término  al dúo que ambos cantaban, hiriendo á aquel en la frente y haciéndole dar un gallo de “primeríssimo cartello”.

"Bello canto...rodado...gallo de primerissimo cartello y todo ello a las puertas del Convento, en la "Pescaría".

Y ésta fue la señal de entrada del concertante más desconcertado que han visto escenarios públicos. Los “Pescaeros”,las modistillas, las que iban a la compra, el público expectante y todos al unísono,  jaleaban a los contendientes, cual coro afinado…de repente de la dolorida garganta del tenor surge el secreto nombre de su nativa musa; ¡¡sorpresa, murmullos, gran escándalo!! una chica de la sociedad sexitana entre bambalinas...

Extraña brújula, que solo se mueve por poderosas razones...

Llegan los municipales y la autoridad, interviniendo también armónicamente para separar a los artistas y el “crescendo” adquirió los tonos elevados y estrepitosos de un delirio "wagneriano". Por fin la autoridad dio el último batutazo y cayó el telón con la salida del “tenore per la sua dimora y del parliquino a la carcel”. Todo un espectáculo popular y gratuito que hizo feliz a mucha comadre. Ese día fue “La comiilla”,en Almuñécar y no se habló de otra cosa.

                                                                      Némine Biazzi